Hay un recuerdo en tu alma que a veces se convierte en añoranza. La añoranza del amor de la Gran Madre y de su infinita ternura.
A veces esas madres de las estrellas te velan mientras duermes, te cuidan y te cantan a través de susurros que llegan a ti en forma de descanso.
Este es su canto, su regalo, la expresión de su profundo amor por ti…